La evolución del vestido femenino resume los grandes acontecimientos del siglo XX, tanto sociales como bélicos o políticos. La liberación de la mujer, las grandes crisis económicas, los adelantos técnicos, la revolución sexual... todo ello está perfectamente representado en los vestidos femeninos. La posición económica y social, el trabajo que se realiza, la personalidad y el pensamiento pueden ser deducidos de la ropa que cada uno lleva. Y no podría ser de otra manera, ya que la apariencia externa es una de las grandes preocupaciones de la persona.
Si en el siglo XX ha habido un elemento del vestido que ha evolucionado y cambiado decisivamente, ha sido la falda. A pesar de los múltiples vaivenes de la moda hay una constante: el progresivo acortamiento de la falda, que culmina en los años sesenta y que, al menos visualmente, tiende a desaparecer con transparencias y aberturas al acercarse el final del siglo.
En las exposiciones "LA MODA DEL SIGLO XX" pueden admirarse diferentes ejemplos de vestuario y complementos de algunos de los modistos más famosos del siglo XX, escogidos entre las más de mil piezas que componen la colección cedida generosamente a Delwende por Mario Onieva.